Es martes, trabajadores del Estado llevarán adelante una medida de fuerza contra el Gobierno de Macri con movilizaciones en todo el país debido a que, según declaró ayer el secretario general de la ATE, Hugo "Cachorro" Godoy, decidieron "no esperar" a la CGT, que todavía no confirmó la fecha del paro general.El dirigente sindical precisó que el martes habrá "movilizaciones en todo el país" y que el paro de la ATE contará con el apoyo de "profesionales de la salud, docentes y varias organizaciones más". En declaraciones a Radio 10, Godoy denunció que "el gobierno está llevando adelante una tercera reforma del Estado que implica que a los trabajadores estatales nos tiene como principal objetivo". "Quieren despedir a los que no trabajan pero en realidad el Gobierno tiene inactivos a varios sectores del Estado", completó.Por otro lado, afirmó: "Nosotros hacemos lo que tenemos que hacer. La CGT es otra organización que ha decidido darle más tiempo al Gobierno, esperando respuestas que no ha dado. No vamos a esperar a otros", aseguró Godoy. La decisión contrasta con la tibieza de la CGT, que no termina de plegarse al paro; primero, manifestaron que convocarían a una protesta pero no señalaron la fecha. El domingo pasado, indicaron que aguardan una reunión con Prat Gay para entonces decidir la convocatoria o no. “Si no hay respuesta, va a haber un paro contundente", afirmó Carlos Acuña, uno de los integrantes del triunvirato que conduce a la Confederación General del Trabajo (CGT).En declaraciones a radio Del Plata, el dirigente sindical consideró que el Gobierno “tiene un canal de diálogo para que la CGT sea considerada representante de los trabajadores” y remarcó: “Estamos esperando respuesta”. Acuña evaluó que el pensamiento de Macri “es el de un patrón”, al cuestionar que el primer mandatario “habla de las ausencias de los trabajadores y no de las ganancias de las empresas”. "Está claro que tiene una mentalidad de patrón y está bien que la tenga, pero ahora es presidente de los argentinos, no de los patrones", aseguró.
A PAGAR
LA DEUDA
Cabe resaltar que mientras desde el Gobierno nacional se blindan ante los reclamos de “parar la mano” y son inflexibles en la concesión de las exigencias por parte de los sindicatos, el pago de intereses de endeudamiento recupera protagonismo en los presupuestos nacionales. Según indicó el periodista Raúl De la Torre, “la previsión del resultado del ejercicio 2016 hecha por el Gobierno indica que se destinará este año casi el doble de recursos que los asignados a ese mismo fin en 2015. Y sobre el valor de este año, en el próximo se espera un incremento adicional del 32,3 por ciento, aumento que es casi el doble de lo que el Gobierno estima como inflación para 2017. Traducido en cifras: si en 2015 se pagó por intereses aproximadamente $ 96.600 millones, en 2016 se alcanzarían los $ 186.500 millones, un 93 % más que el año anterior; y en 2017, el Presupuesto enviado por el Ejecutivo al Congreso prevé pagos por el equivalente a $ 246.629 millones. “No es magia: es el resultado de la política de endeudamiento que encaró el actual Gobierno para cubrir un déficit fiscal creciente que no resolvió ni redujo, ni siquiera parando la inversión en obra pública, despidiendo personal y postergando promesas de reducción de impuestos y retenciones”, continuó.
DETERIORO EN
LA IMAGEN
Según datos de la consultora Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP) del sociólogo Roberto Bacman, el Gobierno nacional perdió 20 puntos de imagen en los últimos nueve meses, con un deterioro del 51 % en la consideración al presidente, Mauricio Macri. En ese sentido, la crisis económica, la sensación de inseguridad, y el incremento de los índices de desempleo y pobreza son las cuestiones que aparecen como determinantes en la creciente desaprobación de su gestión.Sucede que para el 57 % de los consultados la pobreza aumentó desde la asunción de Macri, mientras que para el 63,1 % el desempleo se disparó. Por su parte, la imagen negativa del máximo mandatario supera a la positiva y se ubica en torno al 51 %.Cabe resaltar que en la encuesta se entrevistaron a 1.200 personas por teléfono, respetando las proporciones por edad, sexo y nivel económico social, según precisó el periodista Raúl Kollman. A ello obedece la reciente -fallida- estrategia de contrarrestar esa percepción con el “timbreo” de la familia presidencial a vecinos de la ciudad de Buenos Aires y la puesta en escena durante el simulacro de viaje en colectivo de línea de Macri, poco después de protagonizar el tropiezo diplomático con la primera ministra inglesa por Malvinas.
“SIN TRABAJO”
En una entrevista publicada por el portal diarioregistrado.com, el sociólogo Bacman explicó que la encuesta viene a ratificar la existencia de una “grieta”: “Hay dos núcleos duros, el de los oficialistas y el de los opositores, y en el medio los independientes pragmáticos, que se definen en el día a día. Esos independientes son los que se van acercando a uno u otro lado. En los últimos tiempos, los oficialistas macristas cayeron y sumaron los opositores y los independientes”.“Tiene que ver con la caída también de la imagen de Mauricio Macri, que perdió 14 puntos desde la asunción y hoy tiene un déficit de seis puntos. Los que opinan mal o muy mal superan a los que opinan bien o muy bien en seis puntos”, consideró. Asimismo, resaltó que un dato que “impacta por su contundencia es el de que el 63,1 % de los argentinos está convencido que desde que asumió Cambiemos el desempleo aumentó”. “Es más, para el 25 % el desempleo se mantuvo igual y sólo un siete concluyó que disminuyó. Ese dato se combina con que casi nueve de cada diez argentinos están preocupados por la falta de trabajo. Un valor así es tan terminante que atraviesa en forma pareja la totalidad de las aperturas, ya sean sociodemográficas (sexo, edad, clase social) como respecto a opositores y oficialistas. Todos opinan igual: falta trabajo”, afirmó el sociólogo.
