Ayer por la mañana, se concretó la sesión extraordinaria en el Concejo Deliberante de Quitilipi para analizar el pedido de destitución del, ahora, exintendente, Sergio Casalboni.
En la sesión, que comenzó a media mañana, ocho de los diez concejales votaron a favor del pedido de destitución. Así, la Intendencia quedó a cargo provisoriamente del presidente del Concejo, José Barnes, quien debe llamar a elecciones en el lapso de cinco días.
Luego de la resolución del Concejo, Casalboni optó por decretar un insólito asueto de tres días en la localidad y se encerró en una de las oficinas del palacio municipal.
En este contexto, Barnes aclaró a pesar del comportamiento del exintendente, el Cuerpo Deliberante decidió y ahora está legal y administrativamente destituido.
En una tensa calma al cierre de esta edición, se esperaba que Casalboni acate la resolución, o de lo contrario, se produciría el desalojo del edificio mediante la fuerza pública.
“Se está generando un nuevo conflicto porque el intendente, Sergio Casalboni, decretó, antes de la sesión de destitución, un asueto por tres días y se atrincheró en su oficina con su gabinete”, explicaron.
“Esperaban la llegada de un escribano para notificar a Casalboni que íbamos a hacernos cargo del Municipio, hacer la auditoria que corresponda”, contó Barnes y explicó que está redactando el acta para concretar el procedimiento.
LAS CAUSAS
Cabe destacar que las causas que impulsaron la salida de Casalboni de la Municipalidad son tres: una contratación de la cooperativa Las Palmeras Limitada, la designación irregular como coordinador de El Palmar de un agente sanitario que tiene dedicación tiempo completo en el Ministerio de Salud y el incumplimiento de una medida judicial que ordenó reincorporar a cuatro trabajadores municipales.
