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Corea del Norte muestra los dientes y se planta ante EE. UU.

Al final, no hubo lanzamiento de prueba nuclear, pero tampoco hizo falta: “Responderemos a la guerra total con guerra total, y contestaremos a la guerra nuclear con nuestro propio estilo de ataque nuclear” fueron las palabras de número dos del régimen, Choi Ryoung Hae, ante la mirada del líder supremo norcoreano Kim Jong-un, durante el masivo desfile que tuvo lugar ayer en la capital de Corea del Norte, Pyongyang, con motivo de conmemorar el aniversario del nacimiento de su fundador, Kim Il-sung.  
El aniversario fue la excusa del gobierno norcoreano para mandarle un mensaje al presidente Donald Trump, en un momento de máxima tensión luego de los ataques de EE. UU. en Siria y Afganistán, y asimismo, rendir homenaje a su nieto, el actual líder supremo, Kim Jong-un, y que la población le enviara un mensaje de adhesión incondicional.
Escuadrón tras escuadrón de militares marchando al paso de la oca. Soldados con fusil y la bayoneta montada. Zapadores en uniforme de camuflaje y la cara ennegrecida. Pilotos con gafas de aviador. Tanques y carros de combate. 
Unidades antiaéreas. Todos pasaban ante el mariscal entre gritos ensordecedores: “¡Kim Il-sung, Kim Jong-un, mansae!” (“Larga vida a Kim Il-sung y Kim Jong-un)”. 
En el cielo, una formación de aviones formaba el número 105, los años que hubiera cumplido el fundador del régimen. Según los funcionarios del régimen que acompañan a todas partes a los periodistas extranjeros y controlan sus movimientos y entrevistas, cerca de 100.000 personas participaron en este ejercicio de éxtasis popular.

 

LOS “FIERROS” DE KIM JONG
Durante la ceremonia de ayer, los grandes protagonistas fueron los misiles: el régimen mostró 56, de 10 tipos diferentes.
 El régimen se ha fijado como gran objetivo desarrollar un proyectil intercontinental que pueda alcanzar territorio estadounidense. Aunque nunca los ha probado en vuelo, ha mostrado en ocasiones previas dos modelos -el KN-08 y el KN-14- y ha prometido completar una prueba a lo largo de este año.
En este desfile exhibió un modelo nunca visto hasta ahora, un aparente híbrido de los dos ya existentes, y dos nuevos tipos de lanzaderas. 
También mostró por primera vez en un desfile su KN-11, un misil balístico que se lanza desde un submarino y que probó con éxito ya el año pasado. También se exhibió un misil un balístico intercontinental de combustible sólido. Al revés del combustible líquido, el sólido permite cargar los proyectiles más rápido y mantenerlos almacenados durante largo tiempo, listos para disparar. Kim había advertido a comienzos de año que el país estaba terminando de desarrollar un ICBM capaz de llegar hasta territorio norteamericano.
“Estamos completamente preparados para cualquier tipo de guerra si Estados Unidos ataca en la península coreana”, indicaba el número dos del régimen.
El coronel Zo Bong-chol, uno de los cientos de militares que presenciaban el desfile desde las gradas, prefería volver a llamar la atención sobre el nuevo armamento: “Los estadounidenses están realizando maniobras en el sur. No podemos quedarnos mirando mientras atacan nuestro país”. 

 

EL PORTAAVIONES 
DE TRUMP
En el nuevo envite en la península coreana, Estados Unidos ha subido la presión, con el envío del portaaviones Carl Vinson, que inicialmente se dirigía hacia Australia, como advertencia a Pyongyang y sus amenazas. “Es prudente hacerlo”, ha asegurado el teniente general H.R. McMaster, asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca desde finales de febrero. 
“Se trata de un régimen deshonroso que es ahora un régimen con capacidad nuclear, y los presidentes Xi y Trump están de acuerdo con que es inaceptable, que lo que debe pasar es la desnuclearización de la península coreana”, ha dicho en referencia al encuentro entre los dos mandatarios que ha tenido lugar este fin de semana. 
El Carl Vinson, que ha partido de Singapur, ya estuvo en aguas de la península hace un mes para participar en maniobras militares anuales con Corea del Sur. Con capacidad y propulsión nuclear, es uno de los mayores de la flota estadounidense y desplaza a cerca de 6.000 militares y 90 aviones y helicópteros.
 “La amenaza número uno en la región sigue siendo Corea del Norte, debido a su programa de pruebas de misiles, irresponsable, desestabilizador y temerario, y a su búsqueda de armas nucleares”, ha indicado a AFP el portavoz militar Dave Benham.

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