Opinión

Rodrigo Ocampo, por “una nueva etapa para el peronismo”

El peronismo necesita construir una nueva etapa en la Provincia, y para eso es fundamental abordar con seriedad y dedicación el trasvasamiento que necesita hacia el interior del propio Partido Justicialista, así como también dentro de los sindicatos, las organizaciones sociales y toda la sociedad en su conjunto, que hace a la gran experiencia de nuestro movimiento.

Dos conceptos tienden a confundir-se en la política Argentina actual, principalmente en el peronismo: el “trasvasamiento” y la “renovación”. No son sinónimos. En el primer caso, el trasvasamiento generacional es un proceso continuo e infinito, que implica atender las necesidades del pueblo en su conjunto, las diferentes coyunturas; seleccionar a los mejores hombres y mujeres de nuestro movimiento, esencialmente poniendo un oído en los jóvenes, y permitiendo que se puedan incorporar a la política, asumiendo tareas intermedias y responsabilidades principales. Esto es el trasvasamiento. Renovación, es otra cosa.

Muchas veces se habla de trasvasamiento y renovación como si fuesen sinónimos, y se equivocan, porque quizás algunos creen que solo con caras nuevas están cambiando la política, y eso no es así. Esto ha pasado y aún se repite en la provincia, cambian caras y sin embargo las prácticas son las mismas. Porque hay muchos dirigentes que están más atentos a lo que dicen los medios de comunicación que a lo que dice el pueblo, o están más preparados para los set televisivos que para afrontar la realidad de los barrios de Resistencia o del interior provincial.

Hay una realidad política que cambio, y en este contexto necesitamos también nosotros estar preparados para lo que se viene. Necesitamos abordar integralmente la realidad y darle a nuestro pueblo propuestas nuevas, ideas para transformar esta realidad de megaendeudamiento, de acrecentamiento de la pobreza, desocupación y marginalidad. Para todo esto hay que estar preparados. El hambre y la pobreza son dos temas estructurales de una Argentina rica, pero con serios problemas de distribución de la riqueza.

No hay democracia moderna sin un Estado fuerte, y es por ello que necesitamos cuadros políticos decididos a seguir transformando la realidad y la democracia. Esto es mucho más que hablar de renovación. Es cierto que aparecieron caras nuevas en los últimos tiempos, sin embargo, estas no tienen nada que ver con la solidaridad, con el compromiso, y mucho menos con el amor que nuestro pueblo necesita para volver a creer en el peronismo, como esa gran herramienta de transformación que hizo que en la argentina, durante una década, se hayan resuelto problemas que llevaron más de 40 años en no ser resueltos.

La renovación que nos ofrecen tiene olor a marketing; atenta a las necesidades de las redes sociales más que a las de nuestro pueblo; atenta a responder a la coyuntura con medidas de corto plazo. Los cuadros políticos que hacemos al futuro del peronismo tenemos que comprometernos a discutir un programa a diez años. Somos muchos los militantes que humildemente caminamos las localidades del Chaco, para contribuir a las soluciones que nuestro pueblo necesita. Y esos cuadros estamos decididos a construir alternativas. No hablamos de apellidos milagrosos, queremos trabajar un programa que incluya a todos los sectores y que soluciones definitivamente los problemas de nuestra provincia.

EL TRASVASAMIENTO

El trasvasamiento de esta etapa, del peronismo del Siglo 21, incluye necesariamente una nueva reforma constitucional, la defensa irrestricta de nuestros recursos naturales, un programa serio de redistribución de la riqueza. Una discusión profunda sobre la construcción de una sociedad igualitaria con perspectiva de género. Son demandas y actores de la nueva sociedad, que el peronismo tiene que tener la suficiente capacidad de comprender. Así como la tecnología o la robótica muestran el mundo que se viene, también lo hace nuestro pueblo hacia el interior de las provincias, tanto en cuestiones culturales y étnicas, como en temas ambientales y políticos. Me parece fundamental que todo esto sea abordado en debates hacia el interior del Partido Justicialista del Chaco.

Seguramente, antes de mitad de año, habrá cambios de autoridades en el Partido Justicialista, y es ahora cuando todos tengan la posibilidad de expresarse y de ser escuchados. No solo aquellos dirigentes con cercanía al Gobierno Provincial. Tienen que sonar las voces de todos esos militantes y organizaciones que humildemente aportan a la construcción del peronismo en el Chaco. Cada compañero y compañera tiene que poder expresarse abiertamente en el plenario de Marzo, así como también en futuros encuentros, reunidos bajo la órbita del Partido o autoconvocados, pero este es el momento bisagra que tiene el peronismo para asumir una nueva etapa de gobierno en la Provincia del Chaco.

 

Rodrigo Ocampo

Concejal de Resistencia - Chaco

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