La jornada “Cannabis, Salud y Derecho” es organizada por la asociación civil Diverge, que reúne a jóvenes de la comunidad LGTB de la ciudad termal y por la activista trans de Resistencia Úrsula Sabarece. En esta oportunidad, tratarán un tema indirecto pero al que también adhieren: la legislación actual y el tratamiento medicinal a través del aceite cannábico.
Esta jornada se realizará el sábado 20 de mayo en la Universidad del Chaco Austral (UNCAUS) de 8.30 a 12.30 y de 14 a 17 hs. Habrá un panel multidisciplinario para tratar el tema, y se hará do forma abierta al público y gratuita. La gestión además está acompañada por esta casa de estudios, además de Lotería Chaqueña y la Secretaría de Derechos Humanos de la Provincia.
Quienes disertarán son: mediante videoconferencia el médico Marcelo Morante de La Plata; en el lugar estarán el psiquiatra Daniel Navarro de Resistencia; la psicóloga Daniela Eloísa Montenegro de CABA; del mismo lugar Rossana Zappia de la asociación Jardín del Unicornio y el abogado Mariano Fusero; Estella Carrizo, sobre VIH/SIDA desde Mar del Plata; el médico Carlos Laje de Córdoba; Lucila Masin, diputada nacional y el diputado provincial Carlos Martínez.
Fundamentos
La aprobación de la ley 27.350 que regula el uso medicinal de la marihuana, es un avance importante en materia de salud pública, y para garantizar derechos humanos, escriben la asociación Diverge. “Un hecho histórico en nuestro país, aunque quede mucho por hacer, hay que seguir avanzando y así saldar las cuentas pendientes de nuestra democracia”, continúa.
“Conocer los avances de los investigadores en el uso del cannabis es sumamente importante y enriquecedor para promover y dar información que no sea errónea a la hora de brindar asesoramiento. Asimismo para hablar de adicciones es primordial saber sobre políticas de drogas.
Se considera que la ausencia de debates e información sobre esta temática, complica a la población para que puedan acceder a estos derechos y así se estigmatizan a través del prejuicio en todos los contextos sociales”, informaron y advirtieron que se actúa sin saber que hay cultivadores solidarios que brindan “un servicio comunitario desde un compromiso y responsabilidad moral”.
Entre los objetivos que se pretende alcanzar con esta primera actividad destacaron: tratar el tema con una mirada amplia, libre de arbitrariedades y juicios de valores infundados. Comprender que el tema merece ser contemplado como una cuestión de Estado que involucra al derecho inalienable de las personas a elegir su estilo de vida y aquello que le brinda alivio a sus dolencias y la de sus seres queridos. El problema sobre cómo abordar el tema desde el punto de vista de la salud. Establecer la eficacia para cada indicación terapéutica, que permita el uso adecuado y la universalización del acceso al tratamiento. Hablar de despenalización y regulación de cannabis. Propiciar la participación e incorporación voluntaria de los pacientes que presenten las patologías que la autoridad de aplicación determine y/o el profesional médico de hospital público indique, y de sus familiares, quienes podrán aportar su experiencia, conocimientos empíricos, vivencias y métodos utilizados para autocuidados. Por último, contribuir a la capacitación continua de profesionales e incluir en la curricula de estudio en carreras relacionada a las ciencias de la salud, todo lo referente al cuidado integral de las personas que presentan las patologías involucradas.
“Ganamos una batalla, pero la lucha continúa”, concluyeron.