Johanna Duarte, referente local de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) dialogó con elDIARIO de la Región sobre la represión que sufrieron distintas organizaciones sociales luego de un acampe en la entrada de Casa de Gobierno ayer por la mañana.
Según explicó, existe un plan lucha provincial en conjunto con otros movimientos como el Evita, MTD, Pueblos Unidos y el 19 de Diciembre, por el ajuste y las vicisitudes que generan las medidas nacionales, sobre todo en la economía popular. Contó que hace más de seis meses vienen planteando al Gobierno provincial que “la crisis social en la barriada se agrava”. A través de distintos pedidos de audiencia, presentaron una amplia propuesta para trabajar en una mesa de diálogo de emergencia. Destacó que para estos sectores es importante el tema de los comedores porque la demanda pasa por tener “un plato de comida en las mesas”.
En su momento, comentó Duarte, el Gobierno respondió poniendo al ministro Martín Nievas de mediador para conformar esta mesa, sin embargo nunca se avanzó. Subrayó que su interés fue siempre generar el diálogo necesario, y que por eso pidieron una audiencia directa con el Gobernador para el lunes y tampoco hubo respuesta. Dijo que la paciencia se agotó, ya que “detrás de los compañeros está el hambre, no tienen nada que perder”.
La referente advirtió: “Estamos llegando a diciembre, en algún momento será incontenible y no queremos que explote ya que son nuestros compañeros los que siempre ponen el cuerpo”.
Sobre la represión, contó: “No hubo ningún indicio de por lo menos un canal de diálogo” y entonces se decidió el acampe desde el lunes a la noche. Ayer por la mañana, tuvieron varias actividades culturales, contaron los motivos del acampe y remarcó que no hubo un corte constante de tránsito. A las 10.30, se agruparon en las vallas cerradas en la esquina de Marcelo T. de Alvear y Mitre e inmediatamente “avanzó la infantería de una manera voraz”. “Pegaron a las compañeras, a mí y otros referentes, tiraron gases a mansalva y a un metro de distancia”, relató. Dijo que hubo provocaciones todo el tiempo y que “no se sabe quien dio la orden de reprimir”.
Duarte remarcó que hubo una “decisión política de resolver los conflictos a través de la represión y no del diálogo”. En cambio, vio como un aspecto positivo la construcción política entre los movimientos sociales que se logró luego del acampe.
PROPUESTAS
CONCRETAS
Duarte señaló que los pedidos son muy puntuales. Se pide además de la conformación de la mesa para solucionar la llegada de comidas a los comedores barriales, direccionar un 25% de la refacciones en salas de salud a las cooperativas de trabajo que se nuclean en estos movimientos como salida laboral luego de que la construcción se viera paralizada en estos últimos años.
También se propuso un abordaje “integral y no represivo” en adicciones, a través de una ley de emergencia. “Entendemos que el Estado es el último cómplice de que los pibes no puedan salir y que caigan ahí justamente por desidia”, señaló. Por último, expresó que existe un convenio gubernamental para garantizar que los productos del sector sean comercializados y que no se está cumpliendo. “Rechazamos, además, el protocolo antipiquete que están tratando de impulsar”, agregó.
