Claudio Alfredo Gómez, que cumplía condena en la alcaidía de Resistencia por el caso Roseo, murió ayer cuando escapó del penal y fue ultimado en su huída por un disparo de arma de fuego.
Lo que se sabe es que en momentos en que se repartía la cena, cerca de las 19, el interno extrajo un arma calibre 32 o 38 y amedrentó a dos guardias, para luego poner llegar hasta la entrada principal del centro de detención y escapar.
A partir de allí se avisa a otras unidades policiales y se origina una persecución en la que Gómez cubría su huída a los tiros, generándose un enfrentamiento con efectivos de la división Rural, que por intervinieron por una cuestión de cercanía a la alcaidía.
A partir de allí lo que se sabe es que el evadido fue alcanzado por una bala en su glúteo izquierdo y que dejó de existir cuando era trasladado al hospital Perrando.
Desde que ocurrió el hecho y hasta el cierre de esta edición no existía información oficial que generen claridad sobre el asunto, atento a los variados interrogantes que se daban apenas conocida la noticia.
Uno de ellos y el principal es la falta de controles o la laxitud para que Gómez pueda acceder a un arma de fuego, la otra es determinar cómo fue el proceso del evadido hasta llegar al portón principal, porque si bien se cree que portaba un arma, los protocolos de control son exhaustivos para llegar hasta el ingreso del penal.
HISTORIAL DE FUGA
Claudio Alfredo Gómez, que había sido condenado en octubre de 2013 a reclusión perpetua por el crimen del terrateniente Manuel Roseo y su concubina, había escapado en enero de 2014 de la alcaidía de Resistencia y fue hallado en abril de ese año en la ciudad entrerriana de Federación, cuando con una identidad falsa y un aspecto físico diferente al que tenía en la Ciudad Termal, trabajaba como remisero.
Detenido en esa ciudad, atentó contra su vida y debió ser internado por un considerable tiempo hasta que finalmente fue trasladado hasta Resistencia donde hasta anoche cumplía su condena.
