Trascendió este lunes, si bien la resolución que lleva la firma del juez de instrucción Juan Manuel Iglesias es de fines de diciembre y estaría por hacerse efectiva en las próximas horas: Gabino Manader, uno de los referentes máximos del terrorismo de Estado en la región, condenado a 25 años de prisión por 25 hechos de tortura en una causa anterior (Caballero I), y actualmente sujeto a juicio por secuestros, desapariciones, y violación de detenidos políticos será beneficiado con el privilegio de la excarcelación y prisión domiciliaria, en razón de un supuesto cuadro de “hipertensión arterial, hipertrofia Prostática y trastornos cognitivos”.
La posibilidad sumió en consternación a los organismos de DD. HH. locales, que emitieron un documento en el que expresan su repudio y convocan a participar de una conferencia de prensa el viernes, cuando se realice la primera audiencia de la Causa Caballero II desde las 9 en la vereda del Tribunal Oral Federal de Resistencia, Irigoyen 33.
Según constató elDIARIO de la Región, el Cuerpo Médico Forense de la Corte Suprema realizó un examen a Manader y concluyó: “Se encontraba compensado, sin signos de patologías agudas en evolución, es portador de dislipemia, patología hipertensiva de grado leve y compensada con medicación” y aclararon: "La medida privatoria de su libertad en sí misma no debería afectar la evolución de su patología de cumplirse con los recaudos expuestos ut- supra".
Además, el informe de Juan Zalazar, perito médico designado por el Ministerio Publico Fiscal, que solicitó sea denegada la excarcelación, observa a la pericia: “El sujeto de atención no presenta a la fecha deterioro en su evolución ni tampoco factores de riesgo no controlados”.No obstante, el juez de instrucción se hizo eco de una resolución del Servicio de Asistencia Médica de la U7, un cuerpo médico parte del Sistema Penitenciario Federal, integrantes de una fuerza policial y de ningún modo en una posición de preeminencia respecto del Cuerpo Médico de la Corte Suprema de la Nación, integrado por peritos oficiales. En la resolución, se dispone: “Conceder a Gabino Manader la prisión domiciliaria con la conexión de dispositivo de monitoreo electrónico” y el seguimiento de su dolencia.Según precisaron desde los organismos de DD. HH., esta resolución no sería la primera dictada por el juez Iglesias, en beneficio de Manader; con anterioridad, le concedió una serie de salidas extraordinarias para la visita de un familiar. Esto fue apelado y revocado por la Cámara de Casación.
REPUDIO DE
ORGANISMOS
En el documento, destacan: “El beneficio fue concedido por el juez de instrucción Juan Manuel Iglesias, en tiempos en los que a nivel nacional los mismos grupos civiles que se vieron beneficiados con el golpe de Estado buscan tergiversar la historia, detener el avance del juzgamiento al terrorismo de Estado y habilitar la criminalización de la protesta social. Por ello, no es un caso menor que le sea concedido el privilegio de abandonar la cárcel, se trata de un referente de la represión, en tiempos en los que su mal ejemplo parece cundir entre varios de los integrantes de las fuerza de seguridad, siempre proclives a los apremios ilegales y la brutalidad policial”.
Asimismo, advierten: “Según los informes del Cuerpo Médico de la Corte Suprema de la Nación, la dolencia de Manader no presenta factores de riesgo de relevancia, por lo cual su privación de libertad no debería afectar la evolución de su patología. Por otra parte, el solo hecho de haber alcanzado la edad de 76 años no basta para la concesión del beneficio, ya que de ese modo estaríamos hablando de una impunidad de carácter biológico”.
También, hacen hincapié en el carácter de privilegio que implica la resolución: “Con el criterio adoptado, todos los internos que tuvieran algún tipo de dolencia y pudieran desembocar en un cuadro de crisis, deberían obtener el beneficio del arresto domiciliario y sólo quedarían detenidos aquellos que tienen una salud impecable, esto es, debería ser vaciada la U7 y también la Alcaidía”.
MANADER,
UN REFERENTE
Durante los debates en la causa Caballero II, Manader, 76 años, casado, padre de dos hijos, es uno de los imputados más activos.Cabe acotar, que si bien en el organigrama formal de la Brigada de Investigaciones revistaba como suboficial mayor en la oficina de Robos y Hurtos, fue uno de los jefes de la Patota de Investigaciones, el grupo de tareas conformado por militares y policías que tuvo como sede el área restringida de la Brigada de Investigaciones de la Policía y que realizaba los operativos clandestinos contra opositores políticos al gobierno de facto.Varios testigos lo recuerdan por su entusiasmo en la aplicación de torturas y vejaciones a detenidos, ante quienes se jactaba de haberse instruido en métodos de contrainsurgencia en diversos sitios, como el Paraguay del dictador Alfredo Stroessner. “Decía que era un agente especial, como James Bond”, tal como relató en su testimonial en aquel proceso un sobreviviente.
