De la mano de Neymar, Brasil goleó ayer a la Selección Argentina de Fútbol por 3 a 0 y, de esa forma agudizó la crisis futbolística que vive el equipo que conduce el Patón Edgardo Bauza, que ahora está obligado a ganarle a Colombia el próximo martes, en San Juan. Los goles de la Verdeamarella fueron convertidos por Coutinho, Neymar y Paulinho.
¿Hay peor que esto? ¿Qué te gane Brasil, que te meta tres goles, que te golee conceptualmente? ¿Qué ellos nos canten el “ole ole” en donde se comieron siete contra Alemania? ¿Qué el equipo juegue tan mal, que justamente no haya equipo ni se vislumbre su gestación? ¿Qué Messi no pueda ser el salvador, que ni su regreso haya generado una mínima ilusión en los 90 y pico de minutos?
Después de Belo Horizonte hay que convencerse de que hay un feo horizonte. Hasta con Messi incluido, porque uno solo no puede si no hay estructura, sistema de juego, orden, ideas. Desde la presión inicial de Brasil, que achicó espacios, que no dejó jugar, que la Argentina se sintió incómoda y jugó más cerca de Romero que del arco rival. Y todo se empezó a desmoronar con el golazo de Coutinho, jugada que arrancó la gran figura de la noche: Neymar, el mismo que picó con cuatro defensores en línea, estancados, para el mazazo del 2-0 en el final del PT.Da pena ver al equipo así. Y jugando así, aunque la clasificación no es una utopía desde lo matemático, esto es una ruleta Rusa.
Colombia y Chile
quedaron en cero
Colombia y Chile, los dos que están más cerca de Argentina en la tabla, igualaron ayer sin tantos en Barranquilla. El arquero Bravo respondió ante las chances más claras del local, que contó con el regreso de Falcao. A los equipos de Pekerman y Pizzi les faltó poder de gol.Están tan apretadas las Eliminatorias que todo punto que se consiga es importante. Colombia, que llegaba cuarto a esta fecha, recibía a un Chile que, tras la sanción de la FIFA a Bolivia trepó a la quinta ubicación, despojando a Argentina por mejor cantidad de goles a favor. Ante ese panorama, con los dos equipos centrados en no darle ningún regalo a su rival, se dio un encuentro trabado con chances iguales para cada lado.
