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Trump acusa a “la extrema izquierda” de las protestas

Tras cinco días de protestas por la muerte del afroamericano George Floyd durante su detención policial, el presidente de Estados Unidos atribuyó las protestas a “los antifascistas y la extrema izquierda”. Por otro lado, pidió a las autoridades de Minneapolis que “deben ser más duros” con los manifestantes.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se refirió a los disturbios que, por quinta noche consecutiva, incendian el país después de la muerte del afroamericano George Floyd en una detención policial en Minneapolis. Allí, el primer mandatario atribuyó las protestas, como había hecho horas antes por Twitter, a “los antifascistas y a la extrema izquierda”.

“Comprendo el dolor que siente la gente”, ha dicho. “Apoyamos el derecho de los manifestantes pacíficos y escuchamos sus súplicas. Pero lo que estamos viendo ahora en las calles de nuestras ciudades no tienen nada que ver con la justicia o con la paz. La memoria de George Floyd está siendo deshonrada por alborotadores, saqueadores y anarquistas”, escribió.

Los vecinos afectados por las protestas violentas, ha dicho, son ahora “las principales víctimas de esta situación horrible”. “Son los antifascistas y la extrema izquierda. ¡No echen la culpa a otros!”, había tuiteado antes.

Antes de salir hacia Florida, en los jardines de la Casa Blanca, Trump arremetió contra las autoridades de Minneapolis por permitir la deriva violenta de las protestas por la muerte de Floyd. “Deben ser más duros, y siendo más duros honrarán su memoria”, dijo. La Administración ofreció al gobernador de Minnesota la ayuda del Ejército para aplacar las protestas.

El presidente tuiteó contra los medios (“enemigos del pueblo”, los volvió a llamar) y contra los gobernadores “progresistas”: “Deben ser más duros o el Gobierno federal entrará y hará lo que hay que hacer”.

Las declaraciones de Trump apenas moderaron el tono de sus tuits que, desde que el viernes por la noche centenares de manifestantes se congregaron también en el exterior de la Casa Blanca, tendieron más al desafío que a la conciliación.

“Dejaron a los manifestantes gritar y despotricar todo lo que quisieron, pero cuando alguien se ponía demasiado juguetón o fuera de lugar, se les echaban encima rápidamente, duro. No sabían lo que les golpeaba”, dijo Trump en un hilo de tuits, elogiando a los agentes del servicio secreto que custodiaban la Casa Blanca. “Una gran multitud, profesionalmente organizada, pero nadie se acercó a atravesar la valla. Si lo hubieran hecho, habrían sido recibidos por los perros más feroces y las armas más amenazantes que he visto jamás. Ahí es cuando la gente podría haber sido herida de gravedad, por lo menos. Muchos agentes del servicio secreto solo estaban esperando para la acción”.

El presidente terminó su hilo de tuits del viernes con un mensaje que sugería una llamada a sus seguidores a concentrarse también ellos ante la Casa Blanca: “Esta noche, ¿entiendo que es la noche de MAGA [siglas en inglés de Hagamos América Grande de Nuevo, su eslogan de campaña] en la Casa Blanca?”, dijo. Preguntado después sobre si el tuit era una invitación a la violencia, respondió: “No tengo ni idea si van a estar aquí, solo estaba preguntando”.

 

LAS PROTESTAS, EN ASCENSO

Pese a que el policía Derek Chauvin fue imputado por el asesinato, las protestas continúan creciendo, por lo que la Guardia Nacional de Estados Unidos ya inició su despliegue o está a punto de hacerlo en 13 estados. En las últimas horas, una decena de gobernadores -entre ellos los de Minesota, Ohio, Georgia, Colorado, Wisconsin, Kentucky, Texas, Utah, Washington y Misuri- solicitaron públicamente su intervención para intentar contener los disturbios.

Incluso el Ejército de Estados Unidos planteó abiertamente la posibilidad de intervenir en el conflicto, informó la agencia Europa Press.

Según declaraciones de fuentes del Pentágono realizadas a ABC News, el secretario de Defensa, Mark Esper, le ofreció al gobernador de Minesota, Tim Walz, el estado epicentro del conflicto, el despliegue de la Policía Militar, aunque el gobernador declinó la propuesta a la espera de ver el efecto de la movilización de unos 2.500 efectivos de la Guardia Nacional presentes en la ciudad desde hace unas horas.

Solo en Los Ángeles, ciudad de la costa oeste que dictó el toque de queda hasta las 5.30 de la madrugada de ayer, se registraron 500 arrestos en las últimas 24 horas, lo que hace temer que se repitan los sucesos de 1992.

Los enfrentamientos más graves se produjeron en el barrio de Flatbush (Brooklyn), donde un coche de la Policía arrolló a varios manifestantes, cuyas imágenes se viralizaron en las redes sociales. (Fuentes: El País y Télam).

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