Derechos Humanos

Causa Sebastiani: un fallo con la Justicia en suspenso

“Queda en suspenso, hasta que pegue otra vez, o mate a alguien”, fueron las palabras de un familiar de Eliana Tapia hoy al mediodía, frente a la Cámara III del Crimen de Resistencia, luego de conocerse la sentencia a tres años de prisión en suspenso por la cual Raúl Sebastiani no pagará con un sólo día de cárcel su responsabilidad en la brutal golpiza, amenazas de muerte y privación ilegítima de la libertad contra su expareja en agosto de 2015.

En el fallo –la parte resolutiva y los fundamentos serán dados a conocer luego- la jueza Lidia Lezcano de Urturi dio por probadas la privación ilegitima de libertad, las lesiones leves agravadas por contexto de violencia de género y la tenencia de armas de fuego sin certificar. Cabe destacar que la carátula de lesiones leves obedece a graves irregularidades  al momento de la asistencia en sede policial a la víctima, que fue examinada por un agente varón que ni siquiera era médico, y en el cual no se hizo efectivo el protocolo vigente para casos de violencia contra el género y abusos de este tipo.

Por ello, la querella en su momento expuso que la calificación correcta debía ser la de lesiones graves, destacó el ensañamiento y la peligrosidad de Sebastiani y reclamó la pena de ocho años y seis meses de prisión. En ese sentido, desde el colectivo "Ni una menos" anunciaron que realizarán un pedido de recusación ante el Superior Tribunal de Justicia, para que la magistrada sea apartada de la causa.

 

“EL TRÁMITE”

Sebastiani ingresó a la sala de audiencia pasadas las 12, vistiendo una camisa clara, vaqueros y zapatillas azules y se instaló a un costado, de espaldas a una de las ventanas que daban a la calle, donde podía verse a los familiares y amigos de la víctima con pasacalles y carteles de “Ni una menos" Resistencia, de la Asociación Madres del Sol de Barranqueras y del Plenario de Trabajadoras, con las leyendas “Justicia para Eliana” y “Sebastiani golpeador”.

El talante propenso a la irritación de la jueza Lezcano de Urturi quedó de manifiesto una vez más cuando ante el retraso en el inicio de la audiencia a raíz del ingreso de familiares, periodismo, y demás interesados, exclamó: “Bueno, bueno, que pasen los que tengan que pasar y apuremos el trámite”. Una vez con  los presentes en su lugar y en silencio, dio inicio a la lectura de la sentencia, durante la cual Sebastiani permaneció con la cabeza gacha y sin exteriorizar ningún gesto, ni siquiera cuando la jueza comunicaba el dictamen de pena por demás escasa y sin cumplimiento efectivo.

El flamante condenado en suspenso abandonó la Sala II a las corridas por el ingreso de la calle Juan B. Justo, con los abucheos de las organizaciones y particulares presentes a cuestas y la escolta de personal policial. Se zambulló en un automóvil estacionado a contramano y partió hacia la calle Colón, dónde se le perdió el rastro. El abogado de represores del terrorismo de Estado, Carlos Pujol, protagonizó un entredicho con  referentes de organizaciones de género y DD. HH., que le reprocharon su defensa de conspicuos genocidas y una supuesta adhesión para con Sebastiani. Fiel a su estilo bravucón, Pujol contestó con chicanas y se marchó, entre imprecaciones y repudios.

 

LESIONES “LEVES”

Cabe recordar que el 26 de octubre último Eliana Tapia declaró por espacio de casi dos horas cómo fue el ataque sufrido durante el 25 de agosto de 2015. En la oportunidad el destrato y la aspereza de la jueza, para con la declarante, en trance de revivir un episodio traumático, fue por demás evidente.

La violencia se originó luego de que Eliana hubiese sorprendido en una situación de infidelidad a Sebastiani. Ante los reproches y una fuerte discusión, el imputado desencadenó una feroz paliza, con golpes de puño, patadas, ahorcamiento amenazas de muerte con un revólver y abusos gravísimos. En un momento, la encerró en un pasillo (presumiblemente fue entonces cuando la otra mujer abandonó el departamento).

Eliana intentó romper una de las puertas a patadas pero no lo logró, entonces se dirigió hacia una ventana, intentó fugarse por allí, pero estaba en eso cuando Sebastiani regresó a su lado, la tomó de los cabellos y la tiró al piso. Sobrevino una pausa en los golpes, Sebastiani le ordenó que se quedara quieta y se dio una ducha. Luego, Sebastiani la condujo a la casa de un amigo suyo y se fue. Allí, Eliana consiguió hablar con una amiga, que la pasó a buscar. Presa del terror y de la confusión, todavía en shock, demoró dos días en hacer la denuncia. “Siento una contradicción muy grande, necesito contar esto, pero tengo miedo”, afirmó en aquella ocasión.

 

LOS REPUDIOS

En diálogo con elDIARIO de la Región, el abogado querellante Roberto Sotelo, afirmó: “La Justicia tuvo la oportunidad de hacer historia y no lo hizo, se logró una condena que rechazamos, porque solamente lo limita a Sebastiani a tener una buena conducta, pero nada más. Esto no es un paliativo para el sufrimiento de Eliana, entendemos que la Justicia no fue imparcial”. Asimismo, el abogado destacó la importancia de la condena social para morigerar la impunidad por parte de Sebastiani y adelantó que se analizará luego junto con Eliana la posibilidad de encarar las apelaciones correspondientes.

Desde el colectivo "Ni una menos", repudiaron la condena en suspenso y recordaron el largo peregrinar de la víctima para que su denuncia derive en un juicio y hasta las interminables dilaciones que tuvo el proceso oral. "Raúl Sebastiani, el hombre que la golpeó hasta casi matarla, el que gatilló un arma en su boca, la que la mantuvo cautiva para torturarla y violarla, no significa un riesgo y queda en libertad. Hoy, la Justicia que debía ocuparse de la sobreviviente se pone otra vez del lado del machismo que mata a las mujeres", señalaron en un comunicado. 

La referente del citado espacio Magdalena Corvalán expresó a este matutino: “Consideramos que esto es tremendo, estábamos convencidas de que íbamos a tener una sentencia ejemplar por la contundencia del testimonio y de Eliana y las pruebas en el proceso, pero esto nos hace pensar que el empresario Sebastiani está sostenido por el poder económico que detenta”.

 

 

Cooperativa La Prensa

Cooperativa de Trabajo y Consumo Ltda La Prensa

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