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Arte disidente: “Mi propuesta es reinvindicar el folclore y nuestra identidad”

Chavela La Fuegah es una caracterización de unx performer drag que sintetiza desde su nombre hasta su danza en cada presentación las raíces afro, latinoamericanas y ancestrales. Busca que “el folclore también sea parte de las disidencias” y trabaja desde la inclusión para “honrar la memoria de nuestro territorio y a su vez, que nos permitamos celebrar la diversidad de las formas y de las identidades”.

“Mi idea es reivindicar los orígenes y a su vez también hablar desde una actualidad, una contemporaneidad de repensar el folclore, de repensar los roles”, expresó Esteban Molina, artistx transformista drag que encarna a Chavela La Fuegah. Tiene 28 años y es chaqueñx, a través de su arte pudo traspasar las fronteras con su mensaje de diversidad e inclusión, de folclore y disidencias. Abandona los binarismos para pensar en un arte que sea posible “para todxs y por todxs”. En una entrevista con elDIARIO habló sobre sus raíces, sus influencias, sus motivaciones y sus proyectos.

– ¿Cómo te iniciaste en el drag performance?

– Un poco tiene que ver todo mi camino como bailarinx folclóricx, intérprete de teatro, bailarinx de Candombe, más mis estudios en la carrera de Artes Combinadas cuando me encontré en una cátedra que se llama Estética con lo que es el Arte Queer, el arte disidente. Estas cuestiones construyeron mi imaginario, hacia donde me quería meter artísticamente. Esta parte mía de la danza, el cuerpo, de la performance, más el arte queer y un poco creo que también tiene influencia todo este movimiento mundial que generó RuPaul’s con su competencia de dragas RuPaul’s Drag Race.
Todo eso confluyó en que en junio de 2018 haga una performance, invitadx por varias organizaciones de la comunidad en Corrientes en El Patio Cultural. Esa fue la primera vez que me había dragueado y me sentí increíble, sentí que el drag tenía un poder muy grande escénicamente hablando y dije voy por acá, este es mi camino, hacer el drag, trabajar el arte queer disidente desde mi territorio, desde mi cuerpo, desde mi saber.

– ¿Cómo elegiste el nombre Chavela La Fuegah?

– Chavela viene por Chavela Vargas, desde los 15 años que la escucho, para mí es como un tótem drag, es una referente y en Chavela también están los nombres de muchxs artistxs, mujeres latinoamericanas que desde muy joven me conmovieron, me interpelaron y me sentí a gusto en sus voces, en lo que decían, eran mujeres como Mercedes Sosa, como Violeta Parra, como Chabuca Granda, como Elis Regina, como Elsa Suárez y mujeres de la actualidad. Desde muy chiquitx en mi casa se escuchó mucha radio siempre y siempre sonaba folclore, siempre sonaba chamamé, tango, cumbia, y siempre me alimenté de eso, pero especialmente cuando fui adolescente y podía empezar a investigar y seleccionar gracias a internet. Meterme en la música me iba llevando por esas voces de mujeres, de negras, de latinoamericanas, por voces femeninas que no tenían nada de sumisión en su discurso, sino que eran discursos empoderantes. Por otro lado, La Fuegah viene de lo que tiene el significado para mí el fuego, del tambor, del candombe, de los toques de tambores, mi legado afro, mi abrazo con mi ancestralidad, con los aborígenes. Y el fuego también como símbolo que está en el ritual en el que estamos todos en ronda ante el fuego y todas las alegrías que echa el fuego y a su vez todo ese ardor. Por ese lado va mi nombre de Chavela La Fuegah.

– A través de la performance también haces llegar un mensaje de inclusión, ¿cómo es esto?

– Mi propuesta como artista es a través del drag trabajar y reivindicar por un lado nuestro folclore y nuestra identidad como latinoamericanxs y nuestras costumbres. Nuestra cultura de raíz se la ve como muy machista como muy binaria, con divisiones de roles que la mujer en el folclore tiene que ser sumisa, donosa y el hombre tiene que representar la fuerza, tiene que representar lo dominante y no me sentía a gusto con eso y por eso luego de conocer muchos referentes que trabajan esta despatriarcalización del folclore, romper con ese sentido patriarcal y binario para que el folclore también sea parte de las disidencias. Trabajo la inclusión desde honrar la memoria de nuestro territorio pero que a su vez que nos permitamos celebrar la diversidad de las formas y de las identidades. Esa es mi lucha por la inclusión.

– ¿Cómo vinculás al folclore con las disidencias?

– Esta es mi propuesta, ir a la raíz por un lado y romper con esa estructura binaria. Vengo de bailar muchos años folclore y terminé alejándome justamente por pensar que era todo muy binario. Mi idea es reivindicar los orígenes y a su vez también hablar desde una actualidad, una contemporaneidad de repensar el folclore, de repensar los roles, que no haya y que cada uno pueda ser en el folclore también, pueda cantarle a su gaucho, gaucha, gauchx, a su paisano, su paisana o su paisanx, que una pareja de maricas, de tortas, de travas puedan bailar un chamamé sin que haya violencia, sin que haya una impostura de roles de binarismos, sin que haya una jerarquía. Es pensar en eso, un folclore posible para todos y por todos.

– ¿Cuál es el mensaje que te gustaría dejar con tu arte?

– El mensaje que me gustaría dejar es pensar que estamos en un momento histórico, momento bisagra donde la lucha transfeminista, la lucha disidente, la lucha de las minorías está empezando a repensar todo, a combatir esta gran torre que la llamamos patriarcado, machismo. Es momento que las bases de estas estructuras se empiecen a repensar y que esa torre caiga, para que sea toda una comunidad en la que cada uno pueda ser y vivir su forma de ser como le dé el placer, como le dé el deseo, como le den las ganas, que un horizonte sea posible para todxs. Tenemos que reinvindicar nuestra memoria de territorio, pero también celebrar siempre la multiplicidad de las formas y las identidades. Celebrarnos siempre y tener memoria.

-¿Cuáles son tus futuras presentaciones?

– Esta semana voy a estar en Buenos Aires, me salieron varias fechas para hacer una gira en el Tano Cabrón, un centro cultural hermoso que queda en la zona de Abasto y después en Feliza, otro bar muy conocido en el ámbito marica de Buenos Aires. El 11 de diciembre me presento en el Festival de La Ola que es un colectivo de artistxs y músicxs transfeministxs.

 

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