Durante la tarde noche del viernes, tuvo lugar en el cuarto piso de la Casa de las Culturas la jornada “Nuestras libertades y garantías que sabemos defender”, sobre la situación de encarcelamiento por razones políticas de la dirigente social Milagro Sala, líder de la organización Túpac Amaru y detenida en el penal del Alto Comedero, en Jujuy, sin fundamentos jurídicos, desde hace ya 649 días. El tema fue desarrollado en un panel integrado por el abogado Gonzalo García Veritá, el secretario de DD. HH. de la provincia, Juan Carlos Goya; el subsecretario Julio García, de Promoción de DD. HH., y la abogada de Milagros Sala, Elizabeth Gómez Alcorta, penalista especializada en Derecho Penal. La actividad fue organizada por la Secretaría de DD. HH. (subsecretaría de Promoción), la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y la Central de Trabajadores de Argentina (CTA), y contó con la presencia de referentes sociales y de DD. HH. de varias localidades de Chaco. En la oportunidad, luego de un sentido homenaje al al abogado Mario Bosch y de las exposiciones de los referentes locales, integrantes del panel, Eizabeth Gómez Alcorta, explicó de primera mano las vicisitudes del caso Milagro Sala, víctima del aparato judicial diseñado por Gerardo Morales en Jujuy, con anulaciones de las garantías más básicas, con violaciones del derecho a manifestarse, criminalización de la protesta social y persecución de militantes sociales.
LA “BRUJA” MILAGROS
“Milagros Sala es una ‘lidereza’ y la gran bruja del siglo XXI. Es una bruja porque es una subversora de todos los órdenes establecidos. Es mujer, es negra, indígena, pobre y todas esas vulnerabilidades paradójicamente la convierten en una lidereza del campo popular, de una de las organizaciones sociales y políticas con mayor capacidad de movilización en Argentina en las últimas décadas, que se animó a desafiar al poder político en Jujuy”, señaló la abogada. “La Túpac y Milagro Sala demostraron que las organizaciones sociales podían no sólo crear trabajo, si no también ejecutar obras públicas y hacerlo a mejor precio que las empresas privadas”.
Goméz Alcorta contó que para el año 2015, la organización era la tercera empleadora de la provincia, después de la administración pública provincial y del Ingenio Ledesma. “Eso implicó un tremendo desbarajuste en la obra pública, que se distribuía como en la mayoría de los lugares entre los amigos del poder”. En ello reside el origen de la persecución a la dirigente; “es el costo que tiene en definitiva ese desafío, ese subvertir ordenes de una mujer que no cumple ninguno de los patrones culturales impuestos” detalló. Asimismo, destacó que la Tupac es una organización con una fuerte presencia de mujeres; “Mujeres que construyen, y no sólo en lo simbólico, me refiero a mujeres que estaban desocupadas y en la Tupac aprendieron a construir casas, y se apropiaron de ese lugar supuestamente masculino, como es la albañilería”.
CONTRA BLAQUIER
“Por si todo ello fuera poco, Milagro además desafío al poder fáctico; Pedro Blaquier y el Ingenio Ledesma, el verdadero poder en Jujuy; porque Gerardo Morales es un mero administrador berreta de la política”. En ese sentido, Gómez Alcorta destacó que luego de más de diez pedidos por parte de fiscales y con innumerables testimonios y denuncias por su protagonismo en la represión genocida (el juicio a las Juntas e informe Conadep mediante) recién se logró llevar al banquillo de acusados a Blaquier en 2012, luego de una masiva movilización de los organismos de DD. HH. Locales que contó con fuerte presencia de la Túpac. “Eso derivó en que primera vez Blaquier tuvo que presentarse a declarar en indagatoria y fue procesado” sostuvo.
PRESA POLÍTICA
Asimismo, la abogada describió cómo fue que en la primera semana de su gobierno Gerardo Morales se aseguró el control del poder judicial, incorporando jueces adictos a la Corte Suprema y organizando un cuerpo de fiscales con la única función de perseguir exclusivamente a Milagro Sala. Cuatro días después de la asunción de Morales, el 14 de diciembre de 2016, la Túpac se plantó en un acampe frente a la Gobernación luego de que Morales dijera que iba a suspender todos los subsidios dejar en la calle 15.000 cooperativistas. “No había forma de romper esa organización y necesitaba hacerlo para poder aplicar el ajuste que ahora se vive en Jujuy”, explicó.
El 15 de diciembre, Gerardo Morales denuncia a Milagro y a la Tupac por protestar. Cuando el fiscal que tenía que intervenir originalmente dijo que iba a investigar, pero no a Milagro, Morales, lo denunció por supuesto incumplimiento de deberes de funcionario público”, expuso.Ante lo endeble de la acusación el 15 de enero, en plena feria judicial inventan una causa contra Milagro con denuncias apócrifas y la quita de la personería jurídica a la organización (“La constitución de Jujuy y el código civil prohíben esto, pero a Morales no le importó”). Ese viernes a las siete de la tarde, al filo de la feria judicial, “espontáneamente aparecen en la Fiscalía nueve personas que hasta el día anterior habían estado en el acampe y dicen que Milagro les había sacado un dinero de los planes… y así comienza esta causa. La fiscal que les toma declaración es una fiscal de menores que intervino como subrogante (por motivo de la feria), y ese día debía cesar en funciones, pero el nuevo jefe de fiscales, Diego Cussel, dictó una resolución que es un acto profundamente antijurídico como nunca vi en mis veinte años de abogada; resuelve que esta fiscal seguirá interviniendo en todas las causas en las que Milagro Sala figure como implicada; con nombre y apellido, una fiscal especial para Milagro, es inverosímil, pero lo inverosímil es moneda corriente en Jujuy”.
“Hoy el poder judicial jujeño es una herramienta de Morales para destruir a sus enemigos políticos; Milagro y la Tupac. Buscan destruir todo vestigio de la Tupac para acabar con la experiencia de autogestión popular” reveló.
EL TERROR, OTRA VEZ
Por último refirió que el 29 de abril del año pasado se realizaron 35 allanamientos simultáneos, la gran mayoría en el barrio del Alto Comedero, la base social de la Tupac, con un nivel muy fuerte de atropello, entrando a las casas a las patadas, con armas largas, y agentes trepados a los techos entre otras cosas y eso generó mucho miedo en la militancia. “Recuerdo lo que dijo una dirigente social pocos días después; “Nunca pensé que iba a llegar el día de salir a la calle, y ese día llegó” Ese es el efecto central de las prácticas del terror, que tienen una implicancia que supera a las víctimas directas, y se extiende a la comunidad y es lo que sucede en Jujuy. No existe un día puntual en el que un Estado de derecho se convierte en Estado policial, se trata de procesos políticos e históricos de tipo gradual. Una vez que empiezan a relativizarse las libertades y garantías de un ciudadano, empiezan a estar en peligro las libertades de todos los demás. Mientras Milagro y el resto de los compañeros estén presos, todos y todas estamos en libertad condicional”.
