Mauro Martínez, imputado por violencia de género contra su expareja, recuperó su libertad ayer durante el mediodía bajo caución real de 50.000 pesos fijada por la Fiscalía N° 11, a cargo de Héctor Valdivia, así lo confirmaron desde la defensa a elDIARIO de la Región.
Tras las reiteradas denuncias de su expareja por violencia de género y hostigamiento constante, que continuaron a pesar de la orden de restricción de acercamiento, en marzo el fiscal Valdivia ordenó la detención de Martínez. Estuvo más de dos días prófugo y fue capturado por la Policía correntina en un complejo de cabañas, ubicado en la desembocadura del arroyo San Juan y el río Paraná, en el departamento de San Cosme.
Dos meses más tarde, la jueza de Garantías María de las Mercedes Pereyra decidió modificar la modalidad de cumplimiento de la prisión preventiva de Martínez y le concedió la prisión domiciliaria, en respuesta al hábeas corpus colectivo y correctivo presentado por la defensora General Adjunta, Gisela Gauna Wirz, ante la sobrepoblación y el hacinamiento carcelario en medio de la pandemia por la COVID-19.
Poco tiempo después, exactamente un mes, el hombre de 38 años fue visto violando la prisión domiciliaria, y en el marco de la cuarentena obligatoria, por lo que la Justicia le quitó el beneficio y ordenó el cumplimiento de la prisión preventiva en la comisaría de Margarita Belén, donde estuvo alojado hasta ayer.
“Le dieron la libertad, hoy al mediodía le fijaron una caución real de 50.000 pesos y fiscal le dio el cese de prisión preventiva”, indicó el abogado defensor, César Osuna.
Sobre la situación de la sobreviviente que expresó públicamente y en sus denuncias judiciales y policiales el temor de que Martínez esté en libertad, Osuna señaló que él “tiene restricción de acercamiento” hacia ella pero sin embargo puede ver a la hija de ambos.
Consultado sobre cómo sigue el proceso judicial, explicó que ahora el fiscal Valdivia “tiene que hacer la acusación y elevar la causa a juicio”.
El caso
La expareja de Martínez lo denunció por amenazas, persecución, hostigamiento y actos violentos en lugares tanto públicos como privados.
A raíz de las constantes denuncias, el Juzgado de Familia N° 2 le puso una prohibición de acercamiento a Martínez y entregó un botón antipánico a la denunciante. Sin embargo, la mujer denunció que los hechos de violencia y hostigamiento continuaron.
El 12 de marzo, tras una orden de captura nacional e internacional debido a que no lo encontraban, la Policía de la vecina provincia lo identificó y aprehendió en un complejo de cabañas, ubicado en la desembocadura del arroyo San Juan y el río Paraná.
