El Mundo

Un intento golpista sacude a Turquía

La tensión política en Turquía estuvo a punto de terminar en un gobierno de facto por un alzamiento militar por parte de un grupo rebelde del Ejército turco que tomó como rehén al rehén al jefe del Estado Mayor, el general Hulusi Akar, bombardeó el parlamento y disparó contra la población, que salió a las calles convocada por el presidente, Recep Tayyip Erdogan, a defender la democracia.Luego de tres horas de incertidumbre, la situación parecía estar bajo control; el primer mandatario y los servicios secretos turcos aseguraron que el país había “vuelto a la normalidad”. "Sigo siendo el comandante en jefe del Estado turco, los golpistas van a pagar muy caro”, señaló Erdogan. El grupo sublevado había anunciado poco antes de la medianoche turca que controlaba el país y declaró la aplicación del toque de queda y la Ley Marcial mediante un breve comunicado difundido a través del canal estatal, que había sido tomado por los rebeldes. Los golpistas calificaron al presidente turco como un "traidor" y lo acusaron de haber establecido un "régimen autoritario del miedo", al tiempo que declararon un toque de queda para todo el país y la ley marcial.

En un comunicado, leído por la televisión turca TRT, el Ejército aseguró que el país será gobernado por llamado "Consejo de Paz en Casa" para darle "a todos los ciudadanos todos los derechos y restablecer el orden constitucional". En una rápida respuesta, en la cadena CNN-Turk, Recep Tayyip Erdogan aseguró que "de ningún modo los golpistas tendrán éxito" y mediante una videollamada llamó a la gente a salir a las calles.El presidente de Turquía dijo: "Sigo siendo el comandante en jefe del Estado turco, los golpistas van a pagar muy caro", y pidió a los ciudadanos que salgan a las calles a defender la democracia. Lo hizo vía Facetime, una aplicación para celulares, según imágenes transmitidas por el canal de televisión privado CNN Turk.Miles de turcos se volcaron a las calles portando banderas y se animaron a avanzar contra los soldados y tanques rebeldes apostados en el puente el Bósforo, que une la parte oriental y occidental del país, por lo que se produjeron varias rafas de disparos contra los ciudadanos.

Las relaciones de Erdogan con el Ejército fueron complicadas en el comienzo de su mandato anterior como primer ministro, porque redujo la influencia de las fuerzas armadas en la política, pero luego alcanzaron un punto de equilibrio. "Es un levantamiento en el que también participa el Estado paralelo", dijo Erdogan en referencia al predicador Fetullah Gulen, su enemigo, exiliado en Estados Unidos.

A TIROS CONTRA

LA DEMOCRACIA

Militares adherentes al golpe de Estado atacaron con armas de fuego a cientos de personas que se concentraron en las calles de Estambul. En tanto, en Ankara, 17 policías murieron en enfrentamientos contra los militares golpistas. Además, los medios turcos informaron de que un cazabombardero F-16 derribó un helicóptero de los rebeldes.

BOMBAS SOBRE

EL PARLAMENTO

Hacia las 23.35 GMT (20.35 hora argentina), un avión bombardeó el edificio del parlamento turco, en Ankara, según informó la agencia Anadolu. Un parlamentario, consultado por la agencia de noticias EFE, añadió que había humo en la sala plenaria de la Asamblea General y que los diputados se refugiaban en una dependencia del sótano del edificio. El ministro turco de Justicia, Bekir Bozdag, recordó que incluso durante las guerras los enemigos suelen respetar los Parlamentos, "pero ahora una banda dentro del Ejército está tirando bombas al Parlamento”.

SOSTÉN

INTERNACIONAL

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, llamó a todas las partes en Turquía a apoyar al gobierno "democráticamente electo" del presidente Recep Tayyip Erdogan tras el levantamiento militar contra su gobierno. Obama instó a "dar muestras de contención y evitar violencia y derramamiento de sangre" en Turquía, donde murieron policías y hace pocos momentos soldados dispararon contra una multitud.Por su parte, el primer ministro ruso, Sergei Lavrov, pidió "evitar un baño de sangre" y aseguró que "los problemas de Turquía tienen que ser resueltos respetando la constitución". El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, hizo un llamado a la "calma" y al "respeto total de las instituciones democráticas en Turquía", un "aliado valioso" que sufre un intento de golpe de Estado.

 

 

 

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