La Sociedad

“Monsieur Verdoux” en el ciclo de homenaje a Chaplin

Se trata de la película “Monsieur Verdoux”, realizada en 1947, y con una temática y controvertido argumento, diametralmente opuestos a la versión “angelical” e irresponsable del “pequeño vagabundo” de galera y bastón, que alegró a chicos y grandes de varias generaciones en todo el mundo.

Al terminar la proyección está previsto realizar un debate para rescatar la crítica de Chaplin, realizada con maestría, aunque en esta caso especial sacrificando parte de la pureza de sus personajes y como sucedió finalmente, perseguido por un Estado que ya en esa época adulaba y recibía órdenes del poder económico, y que prefirió mirar para otro lado cuando Hitler comenzó la persecución sistemática de sus opositores, lo que aparece magistralmente retratado en “El Gran Dictador”.

SOBRE LA PELÍCULA 

Monsieur Verdoux es un millonario que lleva una doble vida: por un lado lo conocen como un comerciante respetable y emprendedor, casado y con un hijo. Pero otra faceta de su vida, oscura y perversa, lo presenta como un hombre sin escrúpulos, seductor empedernido, que se dedica a contraer matrimonio con viudas ricas a las que luego asesina para recibir su herencia. Esta historia revulsiva, junto a otras como “El Gran Dictador”, “La Quimera del Oro” o “Tiempos Modernos”, de gran impacto en la sociedad norteamericana (especialmente estas tres últimas camufladas de “cómicas” y “pasantistas”, que también serán exhibidas en el Centro Cultural) es un feroz alegato sobre la hipocresía de la clase adinerada y la tendencia alienante de la sociedad de entonces, rehén del capitalismo salvaje y productora de la llamada “revolución industrial”, aquella que benefició a los grandes fabricantes y banqueros en detrimento de la calidad de vida de la clase obrera, alienada por la técnica y aquel “derrame” de beneficios que se había pronosticado para todos, pero que resultó un fiasco más de la mano de quienes detentaban el poder económico y que pocas décadas después desembocaron sin culpa en la “globalización”, que despersonaliza más aún y excluye, y que entre otras cosas pone precio a todo y desintegra la economía y la “desparrama” de tal manera que nadie –ni siquiera los gobiernos locales de turno ni el Estado mismo- pueden controlarla, terminando ellos también rehenes de sus caprichos cuando aceptan ser dirigidos por la mercadocracia, que como sabemos, ya no produce risa a nadie, sino dolor, extrañamiento y corrupción.

Cooperativa La Prensa

Cooperativa de Trabajo y Consumo Ltda La Prensa

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba
Cerrar
Cerrar