Barcelona emitió un escueto comunicado de tres párrafos en los que niega cualquier tipo de práctica «corrupta» en el club, amenaza con medidas penales contra el vicepresidente Emili Rousaud y justifica las dimisiones en la «remodelación de la Junta directiva» impulsada por el presidente Josep María Bartomeu.
No obstante, en la medianoche del Jueves Santo seis dirigentes dimitieron a sus cargos. Emili Rousaud y Enrique Tombas presentaron una carta de renuncia irrevocable. En la misma también acompañaron con sus firmas Silvio Elías, María Teixidor, Josep Pont y el secretario de la junta. Jordi Clasamiglia
Por ende, la entidad elevó el siguiente comunicado: «Ante las graves e infundadas acusaciones hechas esta mañana por Emili Rousaud, exvicepresidente institucional del club, FC Barcelona niega categóricamente cualquier acción susceptible de ser calificada de corrupción, y, por tanto, se reserva la interposición de las acciones penales que puedan corresponder.
En este sentido, el análisis de los servicios de monitorización de las redes sociales está siendo objeto de una amplia auditoría independiente a cargo de Price Waterhouse Coopers (PWC), que todavía está en curso y, por tanto, sin ningún tipo de conclusiones, habiendo facilitado el club toda la información y medios que PWC ha ido solicitando desde el inicio del proceso.
Finalmente, las dimisiones de miembros de la Junta Directiva anunciadas en las últimas horas se produjeron a raíz de la remodelación de la Junta impulsada por el presidente Josep María Bartomeu esta semana, y que será completada en los próximos días.
Esta remodelación de la Junta Directiva pretende afrontar con las máximas garantías el último tramo del mandato, con el objetivo de implementar las medidas necesarias para preparar el futuro del club, superando las consecuencias de la crisis sanitaria que estamos viviendo y de culminar las acciones del programa de gestión iniciado en 2010 y del Plan Estratégico aprobado en 2015».
OBLIGADO A FICHAR NUEVOS DIRECTIVOS
Cuando parecía que el presidente de Barsa, Josep María Bartomeu, tenía controlada la hoja de ruta de su último año de mandato al degradar a los vicepresidentes Rousaud y Tombas y mantener en capilla a los directivos Pont y Elías acusándolos de desleales y argumentando que les había perdido la confianza, recibió un directo a la mandíbula que lo dejó tiritando; pero, que aún cree que resistirá.
A pesar de que a estos cuatro señalados se unieran las dimisiones de Jordi Calsamiglia y la secretaria de la junta María Teixidor, Bartomeu cree que con un par de incorporaciones le bastará para superar la ola más grande en su última gestión.
Tras el comunicado hecho público, el presidente no reaccionaría hasta el martes con los nuevos nombramientos. La primera en sonar para incorporarse es Teresa Basilio, quien cuando la propusieron no cumplía cinco años de antigüedad como socia.
El presidente se quedó con 13 directivos, lo que estatutariamente le permite seguir gobernando el club siempre y cuando incorpore a uno más. Y, eso es lo que va a hacer. El artículo 33 establece que la junta debe estar formada por un mínimo de 14 y un máximo de 21 miembros. Cualquier dimisión más lo dejaría en una posición comprometida. Pero, Barcelona es un hervidero y no se descartaban más renuncias.
