Derechos Humanos

Johana Duarte y Romina Diez: “El orgullo es una respuesta política ante el avance de las derechas ortodoxas”

En el marco de la Semana del Orgullo, elDIARIO de la Región dialogó con Johanna Duarte, responsable del Movimiento Evita Chaco. Esta referente política y su pareja, Romina Diez, licenciada en Psicología, analizaron los avances y retrocesos en las conquistas de derechos de la comunidad LGBTIQ+ en el país y la provincia.

Johanna Duarte, responsable del Movimiento Evita Chaco, y su pareja, Romina Diez, dialogaron con elDIARIO de la Región y analizaron los avances y retrocesos en las conquistas de derechos de la comunidad LGBTIQ+ en el país y la provincia.

Duarte comenzó reflexionando sobre el retroceso que han sufrido en los últimos años los derechos conquistados por la comunidad LGBTIQ+. “Desde la asunción del Gobierno nacional de Mauricio Macri en 2015, se va evidenciado un marcado retroceso en cuanto a los derechos anteriormente conquistados (el matrimonio igualitario, la identidad de género). El Gobierno tiene una mirada omisa ante las violencias que diariamente se ejercen hacia la disidencia sexual. Eso también se visualiza en la región, por ejemplo, en Brasil con Bolsonaro”, expresó.

“Cuando se conquistó la ley de matrimonio igualitario, lo que emergió a discusión fue que existían ciudadanos de primera que gozaban de derechos y luego estábamos nosotros, que no teníamos acceso a esos derechos. Por lo tanto, vinimos a poner en jaque un sistema y una sociedad desigual que nos marginaba a ser ciudadanos de segunda y por eso molestó tanto. Desde entonces, entendemos que es necesario ser visibles y ejercer esos derechos que conquistamos, que existimos como comunidad y que somos sujetos de derechos, parte de la sociedad. El orgullo por la orientación sexual es una respuesta política ante el avance de las derechas ortodoxas que hay en la región”, afirmó la referente del Movimiento Evita.

“La ESI integra las herramientas adecuadas para no llegar a la violencia”.

Consultada por el ambiente escolar en el que viven y se desarrollan los y las jóvenes con identidades disidentes, Romina expresó: “Como docente, he visto a la diversidad sexual en la franja social educativa más vulnerable que se convierte en un foco receptivo del acoso escolar. Si bien es una forma de violencia que no sobrepasa hacia la agresión física (por el momento), siempre llegamos tarde. Llegamos cuando las conductas están manifestadas hace rato y ya existe una víctima y un agresor. Para abordar estas situaciones de violencias en el ámbito escolar es indispensable la aplicación efectiva de la ESI (Educación Sexual Integral) porque ahí se integran las herramientas adecuadas para no llegar a esas violencias y el manejo de las frustraciones personales por las cuales se llegan a esas situaciones”.

“Nos han enseñado y educado para vivir en la sociedad heteronormativa patriarcal y eso tiene que ver con la no aplicación de la Educación Sexual Integral en las escuelas. Si se abordara la cuestión desde una perspectiva de género, sería muy distinto”, argumentó Johanna, y agregó: “El sistema patriarcal te enseña a discriminar, perseguir y matar al que no cumple el status quo preestablecido”.

Ambas colocaron un especial énfasis en la ESI con perspectiva de género como herramienta fundamental para empezar a construir una sociedad más igualitaria. “En los primeros niveles, en preescolar, la ESI constituye una enseñanza más integral que sexual. Allí, se desarrollan cuestiones vinculares que no tienen nada que ver con la genitalidad. Esto es, en síntesis, entender que hay diferencias personales entre cada uno de los seres humanos y que es fundamental el respeto por uno mismo y por los otros”, acotó Romina.

“Muchos chicos aún no son aceptados por sus familias, ya sea por su orientación sexual o identidad de género. Algunos incluso llegan al suicidio. Entre 2018 y 2019, hubo 47 crímenes de odio de los cuales 37 fueron hacia compañeras trans y travestis. Por ende, lo que está en juego y discusión son nuestras vidas. Eso es lo más preocupante”, alertó Johanna y remarcó: “El tema aún es un tabú en el interior de Chaco. Es donde más expuestos están a sentirse expulsados y excluidos de la sociedad”.

Tanto Johanna como Romina alertaron que en la ciudad de Resistencia, muchas personas han sido hostigadas por su condición sexual. Recordaron que los casos más resonantes fueron el de una pareja de mujeres que fueron corridas y hostigadas de la plaza central por un policía y el de un compañero que fue amenazado y posteriormente golpeado por su orientación sexual. La referente analizó la reacción del Estado provincial ante estas situaciones y manifestó: “Miran para el costado. El Estado provincial ha hecho caso omiso a estas situaciones”.

Johanna prosiguió: “Somos parte de la diversidad sexual pero eso no nos hace diferentes, somos tan comunes como el resto de la gente. A las disidencias nos cuesta mucho más llegar a lugares de conducción en las diferentes organizaciones. En todo escenario hay mucha gente que te va a hostigar pero también hay mucha otra que te va a acompañar”. Cabe recordar que ella es la excepción a esa regla, ya que desde mediados de 2018 es la responsable política del Movimiento Evita en la Provincia del Chaco.

 

En cuanto al avance del movimiento feminista el Chaco, la referente consideró: “Todes nacimos en una sociedad patriarcal y vamos deconstruyéndonos. El feminismo popular busca la inclusión, la justicia social y la igualdad de derechos, también busca la inclusión de aquellas compañeras que se fueron deconstruyendo de un aprendizaje patriarcal que le dio esta sociedad. El movimiento ha ido generando herramientas muy valiosas, aunque aún nos falta mucho. En este momento estamos en un proceso histórico de descontrucción, pero muchas veces caemos en (a mi juicio) el error de creer que tenemos el ‘feminómetro’, es decir, ver quien es más feminista. Y ahí se produce la exclusión. El feminismo es un emergente social de transformación que apunta hacia una sociedad más igualitaria, pero si se produce la exclusión, no vamos a poder hacerlo. Debemos desconstruirnos en lo colectivo”.

Al respecto, Romina también aportó: “Las conductas humanas no son espasmos. Hay una lógica detrás de ellas. El problema es cuando se las simplifica demasiado desde la lógica patriarcal. Deberíamos preguntarnos ¿Por qué este sistema ha perdurado tanto tiempo? ¿Qué esconde esa lógica? Quizás la violencia se puede desarmar y tengo el convencimiento de que el feminismo es el que puede aportar a eso. Confío mucho en que los avances feministas pueden crear una lógica distinta en las generaciones venideras.

 

LA PAREJA

En cuanto a la relación de estas dos mujeres, Johanna narró: “Nos conocimos como la mayoría de la gente, en un lugar en común. Luego de unos meses nos volvimos a contactar y tomamos mates en la costa correntina. Así fue naciendo nuestra relación. Lo que hace todo el mundo. Lo demás fue progresivo y en conjunto, teniendo como pilar siempre el respeto por la libertad e individualidad de la otra. Desde hace cinco años, venimos creciendo juntas”. Johanna agregó: “Cuando nos conocimos me preocupaba saber cómo complementaríamos la relación y mi militancia, que es mi elección de vida. Afortunadamente, Romi siempre fue caminando junto a mí en ese sentido, nos elegimos todos los días, nos amamos y vamos construyendo nuestra vida juntas”.

Por su parte, Romina aclaró: “Para mí nunca fue una dificultad su militancia. Es más, su compromiso siempre me pareció muy importante e interesante” y agregó: “Tenemos proyectos de vida similares a cualquier persona de nuestra edad que viva en nuestro contexto, las mismas preocupaciones, disfrutamos de las mismas cosas. Lo que sí creo es que lo que existe en la heteronorma es el temor de perder privilegios y defienden lo propio atacando lo ajeno. A su vez, todos pensamos por defecto, como nos han enseñado a pensar, y eso es muy complejo”.

“Muchas veces no hay un pensamiento crítico hacia las creencias que uno tiene. Digamos, una valoración crítica que se pregunte ¿Por qué tengo esta convicción? ¿Por qué pienso que esta persona que es homosexual es desviada, perversa y reprobable? ¿Por qué no debería tener los mismos derechos? Quizás con ese cuestionamiento se moverán convicciones tan fuertes”, concluyó Romina.

Cooperativa La Prensa

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