Mirna Antonella Dimarzo, Juana Carolina Brítez, Valeria Coppa, Paula Giménez Carrizo; cuatro mujeres, cuatro historias, todas truncas, al menos las tres primeras, por la violencia machista que sesgó sus vidas. En el caso de Giménez Carrizo, su cadáver fue encontrado en un barranco y por el hecho fue demorado un primo suyo, Samuel Carrizo, de 22 años. La joven de 15 años y oriunda de Buenos Aires había desaparecido el lunes en la localidad catamarqueña de Aconquija, supuestamente, mientras subía a un cerro en búsqueda de señal para su teléfono celular. El primo bajó al rato para cuidar unos animales y está a disposición de una fiscal de instrucción.
El cuerpo de Carrizo será sometido a una autopsia para determinar las causas de su muerte y de confirmarse que se trató de un asesinato, sería el 23º femicidio en lo que va del año, y el tercero en un día, tras los crímenes de Valeria Coppa y Juana Carolina Britez.
Valeria Coppa trabajaba en un hogar de niños perteneciente a la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia de Bariloche. El martes alrededor de las 16, recibió un disparo en la cabeza frente a la Catedral, ubicada en Palacios y Vice Almirante O’Connor, a unos 700 metros del Centro Cívico de Bariloche. Había sido citada por Mariano José Cordi, la expareja, que le disparó sin mediar palabra. La mujer fue trasladada al hospital Ramón Carrillo, donde murió cerca de la medianoche.
«La citó para matarla», denunció entre lágrimas la mamá de Valeria. «Ayer a la tarde, salía de trabajar y este miserable me la mató, la asesinó», dijo llorando Marianela, mamá de la víctima. La mujer contó que Cordi seguía prófugo y que la fiscal del caso, Betiana Cendón, le comunicó que «están haciendo una búsqueda intensa». «Quiero que lo encuentren y que se pudra en la cárcel, sé que a mi hija no me la devuelven, no le voy a escuchar más su voz, no la voy a ver más», señaló con la voz entrecortada.
QUEMADA
En la localidad bonaerense de Tolosa, el viernes en horas de la noche tuvo lugar una violenta discusión entre Juana Carolina Brítez, de 31 años, e Isidoro Brisuela Aguilar, de 26 años, que terminó cuando este último habría agarrado un líquido inflamable, el cuál derramó sobre la mujer y luego encendió. Por esta situación, el propio Aguilar comenzó a arder en llamas y si bien el sábado falleció, los hechos registrados terminaron con la vida de ambos. Ella cursaba un embarazo de cinco meses y murió ayer.
Por su parte, el martes falleció Mirna Antonella di Marzo, luego de tres meses de terapia intensiva en el hospital Joaquín Castellanos, de Salta. La víctima, mujer trans de 30 años, había sido atacada por un hombre cuando salía a las 5 del boliche bailable Caribe de la ciudad de Güemes (Salta), adonde iba con sus amigas, en octubre. Mirna caminaba en busca de su motocicleta cuando fue agredida por José Gareca, de 44 años, exinterno. La encontraron en la calle, semidesnuda, con graves traumatismos en la cabeza.
Gareca está detenido, hasta el momento, imputado por “Intento de homicidio agravado por violencia de género”. Se organizaron varias marchas para pedir Justicia en el caso.
