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El costo de menstruar

Economía Feminita difundió datos de cuánto sale menstruar al año con los productos de mayor circulación: toallitas y tampones. Hablamos con Rocío Blanco, de Salvia Toallitas Reutilizables, y Sabrina Cuadra, de Cell Fish, para hablar de menstruación consciente y sustentable para la economía y el planeta.

Desde Economía Feminita, una organización que visibiliza la desigualdad de género a través de la difusión de datos, estadísticas y contenidos, realizaron un relevamiento del costo que tienen los productos de gestión menstrual en Argentina. El objetivo de este relevamiento fue visibilizar a la menstruación como un factor más de desigualdad, ya que, como sostienen desde el organismo, los ingresos que perciben las mujeres son un 27% menor que los de los hombres.

También, la organización dio a conocer que en el 58% de los hogares argentinos hay personas en edad reproductiva que menstrúan y por lo tanto que consumen productos de gestión menstrual. Aclararon desde Economía Feminita que no poseen estadísticas actuales sobre la población trans; salvando esta limitación, elaboraron una estimación de cuánto cuesta menstruar a lo largo de un año.

Los resultados a los que llegaron es que una persona en edad reproductiva en Argentina gasta $2.468 en promedio al año si utiliza toallitas y $2.966 en promedio al año si utiliza tampones. Además, desde marzo del año pasado los costos de los mismos productos experimentaron una inflación del $27,8% en toallitas y 39,4% en tampones un tan sólo seis meses. Los precios por unidad a los que llegaron los especialistas fueron: en marzo $6,75 una toallita y $7,44 un tampón, con la inflación en septiembre los precios por unidad llegaron a $8,63 una toallita y $10,37 un tampón.

MENSTRUACIÓN CONSCIENTE

Rocío Blanco y Sabrina Cuadra hablaron sobre el tema con elDIARIO de la Región. Son dos emprendedoras de Resistencia que decidieron cuestionarse cómo gestionaban su menstruación. A partir de esta pregunta y de encontrar otros productos más naturales y convenientes en relación a sus cuerpos, a la economía y el planeta, decidieron comercializarlos y llevar el mensaje que existen otros métodos más allá del plástico desechable a través de charlas.

Blanco es la creadora de Salvia Toallitas Reutilizables, un emprendimiento que surgió hace seis años. “Empecé a hacerme mis propias toallitas de tela porque quería experimentar otro tipo de forma de gestionar mi ciclo menstrual, ya estaba cansada de los tampones y de las toallitas de plástico”, comentó. También, agregó: “Me generaban reacciones en la piel, como infecciones o alergias, sarpullido y mal olor”.

Los beneficios de utilizar toallitas reutilizables son muchos, como explica Rocío Blanco. En primer lugar, tiene beneficios en lo personal, porque la percepción del ciclo es muy diferente, cada persona experimenta según su cuerpo, según su sangrado. Segundo, mejoran las condiciones de salud, porque al no utilizarse plástico no se producen microclimas de calor y humedad que, sumado a los químicos, pueden desequilibrar la flora vaginal y puede generar infecciones, irritación, sarpullidos y alergias.

En tercer lugar, también tiene una consecuencia positiva en lo económico, ya que se reduce mucho el consumo y el gasto. “Por mes, utilizamos de dos a tres paquetes quizás de toallitas y en el año se gasta mucho dinero; en cambio, haciendo una mínima inversión de unas toallitas de tela, que te pueden durar por lo menos tres años, se reduce mucho el gasto”, explicó Blanco. En cuarto lugar, tiene un impacto positivo, porque son ecológicas, las toallitas son reutilizables, por lo que se deja de generar toda la basura del plástico que tarda mucho tiempo en degradarse.

Existen cuatro tipos de toallitas de tela en el mercado: las diarias, que cuestan $150 por unidad; las intermedias, $180; las regulares, que salen $220; y las nocturnas, con un valor de $250. Blanco explica que dependiendo del cuidado, duran hasta tres años, y que cada una tiene su utilidad; no recomienda usar las diarias todos los días, sino para el principio o el final del ciclo menstrual o para usar en simultáneo con las copas menstruales. Las medianas y regulares tienen la misma capacidad de absorción, pero cambia el tamaño, dependerá de la ropa interior cuál convenga usar y finalmente la nocturna es un poco más grande y tiene mayor capacidad de absorción.

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Toallitas reutilizables hechas por Rocío Blanco con su emprendimiento Salvia.

Por otro lado, Sabrina Cuadra inició su emprendimiento Cell Fish hace siete años, el cual fue evolucionando a medida que ella lo hacía, y así, hace tres años atrás, cuando empezó a usar las copas menstruales también las incluyó a la venta en su local. Desde septiembre, acompañada por Blanco, armó un rincón en su tienda dedicado a la gestión menstrual, en él se pueden encontrar toallitas reutilizables, copas menstruales y libros ilustrados sobre la primera menstruación, sobre ciclicidad, entre otros.

“Creo que uno de los puntos que tanto nos atrasaron en el uso de la copa, que ya tiene más de 80 años, es el no pensar la menstruación como algo natural, el hecho de que hoy en día haya muchos tabúes todavía y que se le asocie con un problema de salud, como ‘estar indispuesto para algo’”, sostuvo Cuadra. También, explicó que si bien hay cada vez más personas interesadas en informarse sobre otros productos para la gestión menstrual, hay mucho prejuicio, ideas equivocadas sobre el uso tanto de las toallitas como de las copas.

Sobre los beneficios que tiene el uso de la copa menstrual, enumera las siguientes: el factor económico, no hace falta volver a comprar algo descartable; tampoco se genera basura, porque la sangre va directo al inodoro y se lava con agua potable y se vuelve a usar mientras dure el ciclo. También, permite la reflexión y percepción sobre la menstruación, ya que permite ver la menstruación cuando se la recolecta sin que se tiña con otros químicos y sin ningún tipo de aromatizantes.

A la hora de elegir la copita, hay dos factores que son clave para la recomendación: la edad y si la persona tuvo partos por vía vaginal. Si bien varían las tablas de talles según las marcas, generalmente vienen en dos talles, un talle para las personas menores de 35 años y que no hayan tenido partos y otro para personas mayores de 35 años o que hayan tenido algún parto por vía vaginal. Aunque, Cuadra insiste en que depende de la contextura física y del cuerpo de cada persona, estas son recomendaciones generales.

Las copas menstruales duran de cinco a diez años, dependiendo del cuidado, y se comercializan aproximadamente a $1.200. Los cuidados que hay que tener son: al principio del ciclo, hervirla por tres minutos, cada vez que se vacía durante el ciclo se la lava con agua potable y se vuelve a usar hasta el final del ciclo, en la que se hierve nuevamente por tres minutos y se guarda en una bolsita de tela respirable hasta el próximo ciclo. “Es muy importante hervirla solo por tres minutos y guardarlo en una bolsita respirable”, recuerda Cuadra.

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Las copas que comercializa Sabrina Cuadra en el rincón de gestión menstrual de Cell Fish.

Cooperativa La Prensa

Cooperativa de Trabajo y Consumo Ltda La Prensa

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