«El sembrador y ellas, en el año 1974
Él, como todas las mañanas laborables,
se levanta a las cinco de la madrugada.
Se higieniza, se prepara su mate cocido
con leche de ordeñe y una galleta con manteca
y miel de abejas, que él mismo recolectó de un
enjambre encontrado en una planta de escoba dura
en terrenos de sus familiares.
Seguidamente despierta a su esposa,
para que vista a su primogénita,
de punta en blanco y con sus zapatos negros
con hebillas doradas (limpios y bien lustrados).
Luego de desayunar y después de amamantar
a la pequeña que quedará durmiendo,
se dirigirán, caminando, desde Avenida Lynch Arribálzaga
al 2.999 hasta Avenida Lynch Arribálzaga y Avenida 9 de julio,
unos metros hacia la izquierda, donde la educanda
asistirá a la Escuela N° 13 “Benjamín Victorica”, a primer grado.
El sembrador llega a las 06:00 en punto para comenzar
su labor del día:
primero saluda a su tío y primos,
luego revisa el motor de su tractor verde,
lo pone en marcha y mientras calienta el motor,
engancha el arado.
Posteriormente ara la tierra, donde cultivará,
y vuelve a pasar el arado, con el abono.
Seguidamente, pasa una aplanadora de madera
Para allanar el terreno fértil.
Después deja descansar la tierra,
un poco de tiempo…breve.
Con la esperanza de que la lluvia temprana y tardía,
sea justa y oportuna, comienza a esparcir manualmente
desde su costal, de izquierda a derecha,
cubriendo el terreno de cultivo intensivo,
con las semillita que luego, de un tiempo,
se convertirán en las más ricas lechugas
“Gran Rapid” del Planeta y que las venderá en su carro
acompañado de su primogénita, todas las tardes».
Dedicado a la memoria de Don Leandro Henrique Valussi y en agradecimiento a Don Atilio Domingo Valussi.
VALUSSI, Adriana Estela D.N.I. N° 20090894
HIJA DE AGRICULTORES Y GANADEROS CHAQUEÑOS