El Sindicato de Trabajadores de Prensa de la Provincia de Chaco, mediante un comunicado, repudió “enérgicamente la violenta represión hacia trabajadores y comunidades originarias en la provincia de Jujuy, que no son ni más ni menos consecuencia de políticas de hambre y expoliación de las riquezas de esa provincia”, sostuvieron.
En el escrito, manifiestan que “el impulso de una reforma de la Constitución a espaldas del pueblo también provocó toda esta violencia descomunal. Radicales y peronistas de Jujuy con el litio en la cabeza pergeñaron esta estafa que para colmo incluye la criminalización de la protesta social. No se puede gobernar con garrote y balas de goma”, señalaron.
A su vez, se solidarizaron con los trabajadores de prensa y periodistas que también están “sufriendo las consecuencias de una etapa triste para la democracia”.
“El gobernador de esa provincia, Gerardo Morales, quiere ser presidente. De lograrlo, la imagen de Jujuy es la que nos espera a los argentinos. Ya lo hicieron, lo están haciendo y lo van a volver hacer”, finalizaron.
EL REPUDIO DE LA CGT
Por su parte, el Consejo Directivo de la CGT Chaco expresó su repudio al accionar de la Policía de Jujuy que «reprimió a los manifestantes que se oponen a la reforma constitucional que impulsa el gobernador de esa provincia, Gerardo Morales», aseguran en un comunicado de prensa.
“La violencia como método de acallar el justo y genuino reclamo de los trabajadores jujeños, no es más que el fiel reflejo del pensamiento filosófico e ideológico que a nivel nacional pretenden imponer aquellos que ya estuvieron en el gobierno en muchas etapas de nuestra historia”, expresaron desde la CGT Chaco en una misiva.
En esa línea, agregaron que “como pueblo trabajador argentino, no podemos permitir que este tipo de gobierno vuelva a conducir los destinos de nuestra Patria: exigimos que el gobierno dé Jujuy desista de su actitud represiva y violenta”. Desde la central obrera llamaron al “diálogo y al consenso” como el camino a la solución del conflicto y a restablecer la paz social en la “provincia hermana”.
