El mendocino Julián Santero logró su primer triunfo en el Súper TC2000 tras vencer en la final de ayer en el autódromo Osar y Juan Gálvez de Buenos Aires. Matías Rossi y Valentín Aguirre completaron el podio.
Rossi largó mejor que Santero y se ubicó en la posición de privilegio, mientras que Milla era tercero tras superar a Canapino. Por su parte, con tres giros, se produjo el abandono de Urcera.
Luego, Santero dio cuenta de Rossi en la horquilla y recuperó la posición de privilegio que perdió en la largada. Por su parte, Canapino doblegó a Milla y se ubicó nuevamente tercero.
En la 8ª vuelta se produjo el ingreso del auto de seguridad por el despiste del Citroën de Sapag. En el giro N° 25, el arrecifeño del equipo Midas doblegó a Canapino y se convirtió en el nuevo tercero.
A ocho giros para el final, Ardusso y Pernía sufrieron inconvenientes con sus neumáticos y debieron pasar por boxes para cambiarlos. Finalmente, fue victoria para Santero, seguido por Rossi y Aguirre, Canapino; en tanto, el chaqueño Juan Manuel “Pato” Silva, a bordo de su Honda, ocupó la 14ª colocación.
En el campeonato, Rossi es el líder con 117 puntos, seguido por Canapino con 96 y Santero con 72. La próxima fecha será el 10 de enero en Río IV.
CAMBIÓ ANGUSTIA POR ALEGRÍA
En una apasionante definición por el campeonato del TC Mouras, Christian Iván Ramos se consagró campeón con su Torino al finalizar en el 11° puesto en la final que ganó Otto Fritzler.
En el séptimo giro, las pulsaciones bajaron por un momento, ya que el auto de seguridad ingresó para retirar el Ford de Braian Reinoso, tras un toque con Bruno Boccanera.
En el reinicio, las posiciones de adelante se mantuvieron pero las novedades se dieron atrás, cuando Fernando Iglesias entró en trompo, se armó un desparramo en el ingreso de la recta y Ramos ascendió seis posiciones para colocarse 16°.
Pero antes de iniciar la 12° vuelta, el golpe de escena se dio cuando el Dodge de Reutemann se detuvo (se rompió el cable del acelerador) y con el impulso llegó al box del equipo, donde el joven de Humboldt rompió en llanto.
A partir de ahí, la puja quedó entre Castro, quien si superaba a Fritzler era campeón, y Ramos, quien si se mantenía entre los 12 primeros, festejaría el título, algo que consiguió y le permitió desahogarse.
«No lo puedo creer. Iniciamos el sábado con un error, y esta mañana (ayer) se rompió el motor. Pero, el equipo hizo un trabajo increíble. Les agradezco y ahora a festejar «, comentó el campeón al bajar del Torino.
